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Un programa de cine comisariado por Julio Pérez Perucha

Recordemos, con esquemática brutalidad, que en Octubre de 1967 y en Sitges, una asamblea de cineastas (en ejercicio o potenciales) puso en evidencia las forzadas insuficiencias políticas, expresivas y democráticas del cine de la época mas comprometido con la lucha por la democracia; que en 1968 arreciaron las luchas antifranquistas entre nosotros; y que 1969 amaneció con un policíaco estado de excepción. Por si fuera poco, y por lo que atañía al ámbito del cine, la censura se recrudecía, los obstáculos corporativo-sindicales (sindicato vertical: antidemocrático; no olvidemos) aumentaban con desmesura; y, en consecuencia, una buena cantidad de cineastas/autores tiraron la toalla y resolvieron que la capacidad de maniobra en el interior del Sistema estaba pasando de ser mínima a ser nula. Por consiguiente se colocaron de espaldas a la legalidad administrativa del franquismo: en adelante sus películas serían alegales, cuando no directamente ilegales; o sea, semiclandestinas, si no directamente clandestinas y susceptibles de padecer, películas y autores, persecución policíaca.

Iniciado ya en 1967, éste proteico y apasionante movimiento se desplaza sobre dos ejes. Por una parte, la impugnación de los mecanismos formales, significantes y retóricos de todo el abanico de fórmulas del cine dominante y convencionalmente industrial y de mercado, postulando que luchar contra el sistema franquista (y/o capitalista) comenzaba, en los dominios de la cultura (o sea, de la ideología) por atacar sus mecanismos de comunicación y consumo; y que desde esta perspectiva la elección de elementos referenciales no era decisiva. Por otra, el eje que aseguraba que debía conferirse a todo tipo de intervención política antifranquista un baño de realidad que recuperara y restituyera para la experiencia del espectador las crecientes luchas populares que estaban teniendo lugar, primando la inmediata legibilidad de las propuestas y dejando experimentos “formalistas” para ocasión menos trufada de urgencias. Viejo debate, pues. Claro que en no pocas ocasiones ambos ejes se hacían solo uno.

Este movimiento, que a finales de los setenta se fue disolviendo en el conjunto del “Cine de la Transición” y a cuya riqueza contribuyó en buena medida, es el que documenta, a través de casos ejemplares, el conjunto de proyecciones de este ciclo.


Programa

Todos los jueves, excepto el 12 de mayo, del 31 de marzo al 9 de junio de 2005, a las 19.30 h 31 DE MARZO SESIÓN INAUGURAL Conferencia de Julio Pérez Perucha, comisario del ciclo Proyecciones (73 min.)
Premis nacionals ( Pere Portabella, 1969) ( 9 min.)
Ice Cream (Antoni Padrós, 1970) (8 min.)
Acció Santos (Carles Santos 1972) (12 min.)
Bost (José Julián Bakedano, 1973) (11min.)
Viaje a la explotación (Cooperativa de Cine Alternatiu, 1974)(18 min.)
Antisalmo" (Llorenç Soler, 1977) (15 min.)

Sobre el film: "Viaje a la explotación"

“Apoyándose en las vivencias de un emigrado marroquí, Mustaphá –si se puede llamar vivencias a las desgracias que este tiene que sufrir a partir de un accidente laboral–, la película presenta la discriminación y el racismo latente que existe en nuestra sociedad. Desde 1969, cuando ya habían salido hacia la emigración muchos miles de trabajadores españoles, se produce la llegada de argelinos y marroquíes que acudieron a nuestras ciudades más industrializadas y, por lo tanto, con más necesidad de mano de obra no cualificada, como Barcelona… A pesar del creciente paro que existía… el capitalismo utilizó a estos emigrantes norteafricanos principalmente en el sector de la construcción, sector idóneo para la más descarada explotación… Sin posibilidad de exigir derechos, sin agruparse, sin ningún contacto con sus compañeros españoles (por la dificultad del idioma principalmente), sin seguros, aislados en verdaderos guetos… Estas son las coordenadas en las que se ha basado el filme que nos ocupa, un auténtico documento social que se inscribe plenamente dentro de las posibilidades que el cine alternativo tiene planteadas…”

Santiago de Benito, Cinema 2002, n.º 8, octubre de 1975, p. 62.


7 DE ABRIL (117 min.) Uts cero (Javier Aguirre, 1969) (11 min.)
EspectadorRellotgeLlumConversa (Carles Santos, 1967) (6 min.)
Che, che, che (Javier Aguirre, 1969) (22 min.)
Monegros (Antonio Artero, 1969) (22 min.)
Aidez l’Espagne (Pere Portabella, 1969) (5 min.)
Ana (José Antonio Sistiaga, 1970) (7 min.)
Una historia decente (Gerardo García, 1971) (12 min.)
Swedenborg (Antoni Padrós , 1972) (32 min.)

Esta sesión muestra propuestas que rechazan el formato comercial o cualquier engarce industrial/institucional como el "anticine" de Aguirre o las vinculadas al arte conceptual de Santos y Portabella y un (anti)documental de Antonio Artero cercano al situacionismo. También aparecen films de carácter marcadamente antifranquista (Aidez l'Espagne); una reflexión penetrante y experimental sobre el desasosiego (Ana); una radical adaptación naturalista de un cuento de Buñuel (Una historia decente); y, ya en 1972, una inquietante reflexión protosurrealista de Padrós sobre el malestar en la pareja (y en la cultura).

14 DE ABRIL (115 min.)
Sexperiencias (J.M. Nunes, 1969) (91min.)
Largo viaje hacia la ira (Llorenç Soler, 1969) (24 min.)

En 1968, el cineasta de la Escuela de Barcelona José María Nunes, rueda Sexperiencias, un largometraje sobre las redes que trenzan lucha política y zozobra amorosa. La reacción administrativa arroja el film a la inexistencia oficial y la difusión clandestina. Al mismo tiempo Llorenç Soler filmaba Largo viaje hacia la ira, una incómoda combinación sobre emigración, infravivienda y barrios marginales en la Barcelona del desarrollismo, que sin embargo, contó con el amparo financiero de cierta institución dispuesta a darse un baño de liberalismo democrático.

21 DE ABRIL (114 min.) Travelling (Lluis Rivera, 1972) (12 min.)
D’una matinada (María Montes, 1972) (10 min.)
Sega Cega (José Gandía Casimiro, 1972) (43 min.)
Manual de ritos y ceremonias (Josep Lluis Seguí / María Montes, 1973) (21 min.)
De la finestra estant (Ximo Vidal, 1974) (21 min.)
Arriluce (José Angel Rebolledo, 1974) (4 min.)

A principios de 1970 irrumpe en el País Valenciano un compacto grupo de jóvenes cineastas, de existencia efímera —tres o cuatro años— que se caracterizan por la modernidad de sus planteamientos y la originalidad de sus resoluciones. Apoyándose en una estructura empresarial destinada a la realización de cine publicitario, y situándose a la sombra teórica que proporcionaban marxismo, situacionismo o semiótica estos cineastas entrecruzarán ficciones, efectos documentales y “films de montaje” con estimulante y juvenil desenvoltura.

28 DE ABRIL (119 min.) María (Javier Rebollo, 1972) (9 min.)
Bi (José Julián Bakedano, 1972) (11 min.)
Esbozo (Juan Ortuoste, 1972) (10 min.)
Brindis en la huerta (Juan Ortuoste / Javier Rebollo, 1974) (4 min.)
Salitre (Javier Rebollo / Juan Ortuoste, 1974) (3 min.)
Axut (José Mª Zabala, 1976) (82 min.)

Los componentes del Cine Club Universitario de Bilbao crean en 1970 un grupo de producción que en sus tres años largos de vida muestra una atractiva aunque irregular efervescencia. Javier Rebollo, en María, nos emplaza ante la miseria cotidiana de una adolescente, mientras Salitre, de Rebollo, y Brindis en la huerta, de Ortuoste, tratan la pareja como estructura asfixiante y autodestructiva. Distinto propósito alberga Bi, de José Julián Bakedano, que confronta el dinamismo de las formas abstractas con el de los personajes de una vieja película cómica americana. El músico José María Zabala nos propone un insólito largometraje en el que entrecruzando poesía, pintura y música nos alerta contra un horizonte de represión y tristeza.

5 DE MAYO (113 min.) Universidad 71-72 (Colectivo de Cine de Madrid, 1972) (20 min.)
Vitoria (Colectivo de Cine de Madrid, 1976) (25 min.)
Can Serra (Colectivo de Cine Alternativo, 1976) (30 min.)
José Luis Cano (Francisco Avizanda, 1977) (28 min.)

El Colectivo de Cine de Madrid (1971-1978) se formó con la intención de registrar todo tipo de sucesos para documentar desde la perspectiva del antifranquismo combatiente el camino hacia la restauración democrática. Universidad 71-72 y Vitoria forma parte del entonces llamado cine militante o contrainformativo que alcanzó un alto nivel en ese momento, como prueba el film dedicado A José Luis Cano y a todos los muertos por la amnistía en el que Avizanda muestra uno de los momentos finales de la España antidemocrática; o Can Serra de la Cooperativa de Cinema Alternatiu, que nos ofrece una detallada panorámica sobre un conjunto de problemas políticos de la época.

 

Sobre el film: "Can Serra, la objeción de conciencia en España"

Hasta el año 1976, la información que tenía la sociedad española sobre la objeción de conciencia era que los testigos de Jehová se negaban a cumplir el servicio militar obligatorio. De tanto en tanto, la prensa franquista se hacía eco de ello, intentando evidenciar que se trataba de una protesta anecdótica y estrambótica. Sin embargo, era cierto que había habido algunos objetores por razones no confesionales, y el caso sobre el que se transmitió cierta información –si bien muy limitada– fue tal vez el del valenciano Pepe Beúnza.
A finales de 1975, justo después de la muerte de Franco, se puso en contacto con la Cooperativa Cinema Alternatiu un grupo de prófugos del servicio militar que habían decidido iniciar una campaña a favor de la objeción de conciencia; su intención era pasar un año cumpliendo un servicio civil en el barrio de Can Serra y, después, convocar una rueda de prensa para explicar sus motivos y lo que habían hecho.
Can Serra era un barrio de nueva hornada en L’Hospitalet de Llobregat, tocando con Barcelona, en el que se habían instalado una parte de las oleadas inmigratorias de los años sesenta. La CCA asumió la propuesta de documentar las diversas tareas y actividades que los integrantes de este grupo irían desarrollando durante aquel año. Por último, poco antes de su rueda de prensa, se grabaron sus opiniones y argumentos contra la guerra y el servicio militar. Era evidente que una vez se hiciese pública su opción, serían encarcelados, por lo que la película les dio voz, y su intención era servir para realizar una gran campaña en todo el Estado español.
Tal vez sea esta la película marginal de la que se realizó un número mayor de copias, y la que tuvo mayor difusión por canales muy diversos. Vista desde ahora, en 2005, pueden remarcarse algunos de sus aspectos. En aquellos años sesenta, y con una única televisión estatal (franquista), la sociedad española no tenía el referente visual –evidenciado en toda su crudeza– de las guerras que había en el mundo, como sucede en la actualidad. Por eso era importante incorporar a Can Serra imágenes de la Guerra de Vietnam. Las imágenes de unos soldados americanos con un cigarrillo en la boca fotografiándose con el pie sobre un cadáver vietnamita, o golpeando brutalmente y matando a punta de cañón a otros soldados, recuerdan a las tristemente famosas imágenes tomadas en las cárceles de Irak. En la película se evidenciaba también, a mediados de los sesenta, el peligro de aquella nueva sociedad de consumo cuyo desarrollo podía ya atisbarse. J.M. Martí Rom


12 DE MAYO (114 min.) Film sin nombre (Llorenç Soler, 1970) (23 min.)
Un libro es un arma (Colectivo de Cine Alternativo, 1975) (34 min.)
Torera (Llorenç Soler, 1975) (17 min.)
A la vuelta del grito (Colectivo Cine de Clase, 1978) (40 min.)

En esta sesión se muestran diferentes vertientes de lo que se conoció como “cine independiente”. Películas siempre alegales como Film sin nombre, Largo viaje hacia la ira o Un libro es un arma se situarían en los dominios de la contrainformación o del documental y aquellas otras como Torera o A la vuelta del grito más decantadas formalmente hacia el experimentalismo.

 

Sobre el film: "Un libro es un arma"

“No nos interesa, repito. Quemar la marquesina de un cine o una miserable librería es una estupidez. Esas cosas, si se hacen, hay que hacerlas de verdad, arrancar el mal de raíz. Una vez en el poder, nosotros organizaremos nuestro día del libro, quemando absolutamente toda la basura roja que anda suelta por ahí. Una gran pira como en la toma del poder de Hitler… Mejor: todos los rojos y judíos en los pisos superiores del Colegio de Arquitectos de Barcelona y todos los libros de ideología marxista, en los de abajo. Se les prende fuego a todos los libros y todo solucionado…”
Voz en off de la película mientras lee una entrevista a unos jóvenes ultras, que se publicó en la prensa en 1974. Esta película es un inventario de los atentados de la extrema derecha contra el campo de la cultura durante los últimos años del franquismo, a principios de los setenta. En ella se recogen los atentados al Taller Picasso, a la Librería Cinc d’Ors, a Nova Terra, a Distribuciones del Enlace… En ella se entrevista, entre otros, a Joaquim Romaguera (de la Llibreria Viceversa), a la editora Beatriz de Moura y al escritor Alfonso Carlos Comín. Este último explica que “vivimos en un país en el que la querella cultural es una materia de primera magnitud, en la que unos luchamos con las armas de la inteligencia y otros con las armas de la violencia, del fuego, de la bomba y del atentado… Es extraordinariamente significativo que estos atentados… se hayan empezado a producir justamente cuando el país salía de un desierto cultural, de una frustración que habíamos vivido durante décadas… Estos señores de Abajo la inteligencia… no son conscientes de que se está tocando el réquiem de los bárbaros, que esto se está acabando… La cultura no se entierra. La cultura la puedes incinerar pero no la puedes enterrar, es decir, que en un momento u otro las cenizas de los libros son semillas que van a reproducirse ampliamente…”
En febrero de 1975, antes de la rodar la película, se elaboró un extenso dossier titulado “Atentados contra la cultura”, en el que se reproducían los recortes de prensa relacionados con estos hechos desde noviembre de 1971. Mediante la venta de este dossier a circuitos clandestinos se obtuvo la financiación necesaria para realizar la película. El prólogo, que no iba firmado, era de Manuel Vázquez Montalbán, que acababa diciendo: “…Son las mismas complicidades que se advierten tras todo intento de frenar la irreversible marcha del conjunto de la sociedad española hacia la democracia. Los ultras han tratado de detener ese proceso levantando cortinas de humo y ruido ante la palabra impresa o la imagen fílmica. Nunca han comprendido que los libros y las películas siempre van interrelacionados con la conciencia histórica de la sociedad. Y esa conciencia, dinámica, crítica, no hay quién la pare.” “Dentro de las dificultades que este tipo de reportajes lleva consigo, los autores han rodado un documento vivo y real de cómo quedaron los lugares asaltados… Simplemente por habernos sido posible contemplar esta verdadera muestra de lo que debe ser un cine alternativo, debemos dar nuestro reconocimiento al colectivo que lo hizo posible…” Santiago de Benito, Cinema 2002, n.º 8, octubre de 1975, p. 63.

 


19 DE MAYO (115 min.)
O todos o ninguno (Colectivo Cine de Clase, 1976) (40 min.)
682.3133 Buffalo Minnesota (Carles Santos, 1977) (6 min.)
Noticiari III (Colectivo de Cine Alternativo, 1977) (8 min.)
Resumen de noticias (Francisco Avizanda, 1978) (62 min.)

Este programa reúne diferentes propuestas de entre 1976 y 1978. El registro de la huelga en O todos o ninguno alterna toques de voluntad modernista con poliédricas intervenciones e informaciones de los actores populares en conflicto. 628-3133 Buffalo Minessota es un lúdico e hipnótico cruce de arte conceptual con referencias a Wawelenhg de Michel Snow. La Cooperativa de Cinema Alternatiu muestra la edición de un noticiario periódico del que solo pudieron editarse tres números monográficos. Finalmente, el aparentemente humilde Resumen de noticias, no es otra cosa que un descomunal certificado sobre los sangrientos Sanfermines de 1978 y la estrategia de la tensión (golpista) que los alimentó.

26 DE MAYO (122 min.) El sopar (Pere Portabella, 1974) (50 min.)
Cada ver es (Angel García del Val, 1981) (72 min.)

El sopar intentaba, a modo de “contraprograma televisivo”, establecer un conjunto de hitos representativos de una memoria con la que estipular una prospectiva políticamente ajustada al inmediato futuro democrático. Por otra parte, Cada-ver-es se constituye en la más inasimilable, por radical y excéntrica, experiencia fílmica de este período cinematográfico, en la que conviven horror, poesía y enajenación.

9 DE JUNIO SESIÓN DE CLAUSURA
Noche y niebla, o las vanguardias en busca del amanecer Mesa redonda moderada por Julio Pérez Perucha con la participación de los cineastas Pere Portabella, Antoni Padrós, MAriano Lisa (Colectivo Cine de Clase) y J. M. Martí Rom (Cooperativa de Cinema Alternatiu).

Los participantes, a partir del territorio vanguardista que les es propio —manteniendo aquí la convención vanguardia artística y vanguardia política— suelen deslizarse hacia el territorio complementario. Así, el aclimatado underground Antoni Padrós es más que vanguardia artística; el Colectivo de Cine de Clase (Mariano Lisa) trasciende la vanguardia política, al igual que de manera más cautelosa, sucede con los heterogéneos trabajos de la Cooperativa de Cinema Alternatiu (J. M. Martí Rom), mientras que Pere Portabella se mueve con inesperado aplomo por ambos campos.


Exposición


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