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Este curso, a partir de un cuerpo teórico inicial, pero sobre todo a través de la experiencia práctica que se está desarrollando en diferentes territorios (Madrid, Nápoles y Barcelona) tiene como principal objetivo compartir estrategias políticas y herramientas jurídicas para defender los bienes comunes. Partimos de pensar que sin la alianza entre espacios de lucha y saberes expertos en derecho administrativo, resulta complicado poder intervenir en los marcos jurídicos vigentes. Aportar algunas ideas y enlaces para consolidar esa alianza; ese es el principal objetivo de estas sesiones autoformativas.

Si los bienes comunes o la gestión comunitaria de recursos urbanos está hoy en entredicho, no es debido a una inercia social mercantilista a la que estamos abocados sin remedio. No es casual que el derecho a la participación y el bien común o que la garantía de las condiciones materiales para la vida digna fueran olvidados por el liberalismo y hayan sido los principales espacios de ataque del neoliberalismo. Era necesario romper todos esos vínculos sociales, espacios de solidaridad y lugares de democracia directa para implantar una lógica competitiva en el cuerpo social.

Para consolidar ese espacio de competencia y dar lugar a la privatización de servicios públicos fue necesaria la creación y el uso intensivo de herramientas jurídicas, leyes parlamentarias y tácticas capitalistas. Toda una estrategia neoliberal para cercar y extraer renta de la producción social: apertura de espacios para que se inyecte y circule el capital financiero sin control público; sistemas de evaluación de servicios públicos basados en métricas economicistas; pliegos y condiciones de contratación de servicios básicos que escamotean el control público; políticas, reglamentos y medidas coercitivas para convertir en mercancía el trabajo, la tierra, el dinero y los saberes.

La reapropiación de los bienes comunes ha de plantearse como un problema institucional: la necesidad de defender, diseñar, implementar y asumir un conjunto de derechos, normas, obligaciones y compromisos para reapropiarse de lo enajenado y garantizar las condiciones materiales de subsistencia y reproducción social. No solo necesitamos otras métricas y movimientos sociales, también producir y empujar marcos jurídicos que reviertan la situación.

El neoliberalismo ha diseñado una “administración paralela” que ha creado auténticos candados para poder perseverar y que cuenta con un largo listado de casos de corrupción y pillaje. La reapropiación de los bienes comunes solo puede avanzar tomando en cuenta esas dimensiones: producir movimiento, datos y normas con una administración abierta y transparente que facilite la democratización de los recursos públicos.

Sin caer en un fetichismo legalista, pero sin perder la posibilidad de construir herramientas jurídicas que nos permitan conquistar espacios de autogobierno, proponemos 5 sesiones en las que abordar todas estas cuestiones.

Organiza:
La Hidra cooperativa
La Revolución jurídica de los bienes comunes

Programa

18 Y 27 DE ABRIL, 4, 11 Y 18 DE MAYO, DE 19 h A 21 h
Lugar: Aula 0

MARTES, 18 DE ABRIL
¿Es posible un uso contrahegemónico del derecho?
Marco Aparicio
(Doctor en Derecho Público)
«El derecho sindical es complejo, previsor, abundante en reglas constitucionales y civiles, en obras de mutualidad y de asistencia, tiene su moral, su disciplina. Es más que una tradición verbal y flotante de reglas arbitrarias». Esto escribía Maxime Leroy en “La Costumbre obrera” donde sistematizaba un orden jurídico generado en y para espacios de lucha y emancipación. El derecho, tal y cómo opera en nuestras vidas, proviene de diversas tradiciones, aunque sin duda son los derechos de propiedad los que más han penetrado en nuestras formas de interacción y producción urbana. Pero procesos como los que nos explica Leroy y prácticas institucionales que han nacido desde abajo, conducidas por clases subalternas y cuerpos excluidos del derecho, han buscado producir contrahegemonías normativas. En esta sesión, haremos un repaso a luchas contemporáneas que han intentando no tanto adaptar las prácticas al derecho estatal existente, sino ser parte del poder instituyente que empuja otras formas de deliberación, interacción y de existencia colectiva

JUEVES, 27 DE ABRIL
Madrid. ¿Está agotada la vía institucional para defender los comunes?

Luía Lois (Activista social/ Madrid 129)
El Ayuntamiento de Madrid ha intentado explorar un marco de cooperación público-social, además de elaborar una normativa para ceder espacios y recursos públicos a iniciativas (fundaciones, asociaciones, organizaciones y espacios vecinales o incluso de empresas privadas) preocupadas por el interés general y el bien común. Con estas directrices se quiere recoger y sistematizar una práctica social muy extendida (la cesión de locales públicos a entidades privadas) cuya transparencia, control público y gestión democrática era mejorable. Además han comenzado a discutir una categoría de uso urbanístico del común, que sirva para reconocer los usos colectivos en normativas relacionadas con los Planes urbanísticos. Pero desde el gobierno local han chocado con grandes dificultades para introducir la cesión de infraestructuras y/o la posibilidad de gestión directa de equipamientos. Incluso espacios tan paradigmáticos como el Patio Maravillas han visto quebradas las posibilidades de sostenerse y que se le facilitaran vías innovadoras desde las áreas institucionales. ¿Cuáles han sido las principales trabas? ¿no es posible avanzar en consolidar un marco para los bienes comunes en Madrid cuando el papel de la ciudadanía activa y la democracia participativa eran dos de sus elementos claves? ¿Qué podemos aprender de estos errores?

JUEVES, 4 DE MAYO
Barcelona. Posibilidades de un marco jurídico para los bienes comunes
Iolanda Fresnillo
(Cooperativa Ekona)
Laia Forné (Direcció Democràtica Activa i Descentralització, Ajuntament de Barcelona)
En Barcelona, existe una trayectoria más o menos consolidada de cesión de espacios a la gestión ciudadana a través de reglamentos como la denominada “gestión cívica”. Esta ampliación de la cesión de espacios a colectivos arraigados al territorio proviene de una demanda vecinal organizada y sostenida en el tiempo, que en múltiples ocasiones había señalado cómo los procesos por libre concurrencia para la cesión de la gestión de equipamientos de titularidad pública privilegiaban al sector privado. Actualmente se está revisando este reglamento, puesto que funciona con una alta discrecionalidad y no garantiza que dimensiones como la proximidad, el beneficio social o el arraigo territorial de los actores que gestionan los equipamientos tengan mayor peso que indicadores económicos convencionales. En muchas ocasiones, equipamientos gestionados comunitariamente en territorio barcelonés, han demostrado ser más democráticos y más “próximos” que lo exigido por las propias métricas de la administración. Dedicaremos esta sesión a trabajar sobre las posibilidades de un marco jurídico para los comunes urbanos en Barcelona, viendo los retos, límites y los pasos que supone.

JUEVES, 11 DE MAYO
Nápoles. Proceso de conquista de los bienes comunes
Giuseppe Micciarelli
(Jurista y Doctor en Derecho Público/ Activista del Assilo de Nápoles)
En el año 2015 el Ayuntamiento de Nápoles aprobó una serie de medidas administrativas para regular, promover e institucionalizar los comunes en el ámbito urbano. Un proceso encaminado a reconocer jurídicamente espacios de autogobierno e implementar modelos de gestión ciudadana de bienes del patrimonio inmobiliario del Ayuntamiento. Este proceso tiene sus orígenes en la ocupación de L’Asilo de Nápoles, un equipamiento de titularidad municipal declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. A través de una ordenanza municipal, el Ayuntamiento de Nápoles recogió en sus estatutos el concepto de “bien común”, incluyendo en su parte dispositiva el reglamento de uso del inmueble, escrito por los participantes en la asamblea de l’Asilo. Una innovación jurídica que proviene de un proceso conflictivo frente a la propiedad y el uso exclusivo de un espacio público. Un cambio institucional que proviene de un ejercicio legítimo de desobediencia civil. En esta sesión trabajaremos a partir de esta experiencia de l’Asilo, que tanto es un laboratorio de autogobierno como un proceso de conquista donde los bienes comunes se entienden como una categoría con autonomía jurídica, alternativa a la propiedad pública y privada.

JUEVES, 18 DE MAYO
Debate: Retos y peligros de un marco jurídico para los bienes comunes
Laia Falset
(Activista Feminista/ Revolta Global)
Mauro Castro (La Hidra Cooperativa/ Fundación de los Comunes)
A partir de las experiencias de Nápoles, Madrid y Barcelona, recopilaremos herramientas, dudas y propuestas para ponerlas en común en esta última sesión de debate abierto. Entre otras, hay cuestiones que de entrada parecen contradictorias o que provocan ciertas dudas a la hora de establecer un marco jurídico de bienes comunes. ¿Es posible producir un marco genérico que dote de garantías jurídicas a estos espacios pero que no los someta a un exceso de regulación y de burocracia? Codificar en código legal los bienes comunes urbanos, ¿no puede cerrar la posibilidad de experimentar otros usos sociales de manera dinámica? ¿Hasta qué punto la expresión normativa de formas de gestión comunitaria es una forma de gestionar o contener el conflicto? ¿Es realmente posible “acompañar”, “facilitar” o siquiera “fomentar” el autogobierno a partir de estructuras verticales y burocráticas? ¿Qué medidas, estrategias y alianzas son necesarias para enfrentarse a esos peligros?

Más información: cursos [at] lahidra [dot] net