Tacita Dean
La obra de Tacita Dean (Canterbury, 1965) está compuesta principalmente por películas de 16 mm y piezas sonoras en las que el proceso de trabajo, el devenir temporal, el azar y las coincidencias adquieren un papel fundamental. Dean empezó su carrera artística como pintora, pero a principios de los años noventa descubrió las posibilidades poéticas y narrativas del cine. En un momento en que la mayoría de sus colegas recurrían al vídeo, ella apostó por el formato de 16 mm que le permitía trabajar de un modo más físico, en contacto directo con el celuloide, con sus texturas y con sus particulares tempos narrativos.
Dean rescata momentos olvidados de la historia, objetos que han perdido su función o espacios carentes de su antigua simbología y nos los devuelve cargados de nuevos significados. Sus películas mantienen una estructura narrativa, ya que se desarrollan en torno a un acontecimiento que la artista sigue de principio a fin. Por ello, el espectador que desee captar íntegramente su sentido deberá permanecer frente a la pantalla mientras dure el relato.
En esta exposición del MACBA se mostró una selección de obras producidas entre 1995 y 2000, entre las que se incluían trabajos fílmicos, dos obras sonoras –una de las cuales, Jukebox, se concibió especialmente para la ocasión– y también dibujos y fotografías.