Carte politique du monde, ca .1970

A menudo imaginamos que los mapas nos dan una información objetiva, olvidando que son fruto del ingenio humano y que se modifican constantemente. Para poner en evidencia que toda representación cartográfica es selectiva y se encuentra sometida a cierta subjetividad, Marcel Broodthaers lleva a cabo una serie de trabajos con mapamundis. En algunos casos altera ligeramente las dimensiones de algunos países, mientras que en otros incorpora palabras que «intervienen» en nuestra lectura del mapa. Así lo hace, por ejemplo, en su Carte politique du monde, en la que toma un mapamundi político y lo fija sobre una superficie negra, bajo la que incorpora con letras doradas la palabra «Modèle». A la manera de René Magritte –uno de los referentes de Broodthaers–, nos recuerda que todo mapa es un modelo, es decir, una representación selectiva. A pesar de su utilidad, se trata de una imagen simplificada y distorsionada.